19/06/2020 -  2 minutos de lectura Por Amparito Chavarría

Un 80% de los encuestados afirma haber cambiado sus hábitos y rutinas.

Si algo ha venido a cambiar la crisis generada por la pandemia del COVID-19 son nuestros hábitos, conductas y comportamientos, entre ellos las cosas que compramos o la forma en que consumimos y nos aprovisionamos de alimentos y suministro esenciales para la vida.

La encuesta digital que realizamos en Findasense, a 280 personas en el Gran Área Metropolitana (GAM) de San José, Costa Rica, entre los 20 a 50 años, del 15 al 18 de mayo, detectó que un 65% manifiestan que su vida ha cambiado de manera radical.

Nuestros propios datos obtenidos por medio de esta encuesta online, indican que un 76% se preocupa por los precios de artículos esenciales que compra (Entre ellos alimentos y bebidas), y que un 68% pone más atención en las promociones.

 

La nueva lista del súper

Según la encuesta, un 80% afirma haber cambiado la forma en que hace las compras de alimentos y suministros: 

  • Con aumento en compras online cuando se trata de restaurantes.
  • En el cambio de prioridades de los productos a comprar.
  • Utilizando menos tiempo en el supermercado (que ya no puede ser un paseo en familia).

En cuanto a las compras online, un 30% ya declara hacer las compras del supermercado de esta manera, que si bien deja aún un gran porcentaje (70%) de la población haciendo las compras en el punto de venta tradicional o físico, va revelando el despegue del canal digital también en este sector.

En cuanto a las prioridades de productos para el abastecimiento del hogar, granos, frutas, higiene personal, lácteos y limpieza encabezan la lista, versus las comidas preparadas y los snacks que quedan para el final, remarcando el cuidado de la salud y las finanzas de las familias.

Cuando sondeamos más específicamente sobre qué tipo de productos de la lista de compras ya no se consideran de utilidad, resaltan rubros como las galletas, los snacks, los dulces y la ropa. En cambio, nuevos productos aparecen en las compras de las familias, como el alcohol en gel, el alcohol y las mascarillas.

Otro dato relevante, y concordante con las tendencias globales, es que las personas están cocinando más, lo que hace sentido con las prioridades en las compras, como vimos más arriba, con más de 50% que declara cocinar más que antes.

Con respecto al nivel de preocupación en general, en uno de los extremos, más de un 50% afirma estar muy preocupado, en contraposición de tan solo menos de un 10% que dice estar poco preocupado. 

En materia laboral, casi un 50% de los encuestados ha visto su situación alterada, con un 30% que acusa reducción de la jornada laboral. Este dato, explica la preocupación en cuanto al gasto de las compras de suministros.

Todos estos datos, nos confirman que el consumidor está pasando por situaciones de mucha angustia y cambios, por lo que todo lo que hacía antes de manera automática será cuestionado en este momento, guiado por sentimientos de cansancio, cambio e incertidumbre. Las marcas que logren entenderlo y adaptarse a estas nuevas demandas serán recordadas porque crearán un vínculo especial con ellos.